domingo, 30 de enero de 2011

RELACIÓN ENTRE EDUCACIÓN Y TECNOLOGÍA

No creo que los computadores vayan a reemplazar las escuelas tan como lo planteaba Seymour Papert hace 20 años en el MIT. Estos han sido de gran ayuda para masificar la información, para la creación de materiales digitales que apoyan los procesos de enseñanza y aprendizaje, pero no reemplazará las Instituciones Educativas en su papel de formación social y cultural. Es importante resaltar que la tecnología si ha revolucionado todo sistema social, incluyendo nuestro sistema educativo, como un apoyo constante.
Esta afirmación no parte de una visión personal escéptica respecto al uso de la tecnología en la Educación, sino es una de tantas visiones reflexivas respecto al campo de mi desempeño laboral e investigativo. Ser escéptico respecto al tema es tan inadecuado como ser totalmente creyente. Por esta razón, una visión crítica, incluso contradictoria, puede llevarnos a analizar profundamente la relación entre Tecnología y Educación.
Muchas críticas podemos encontrar respecto a esta relación. Empiezo a decir, fruto de las reflexiones compartidas en la primera sesión de clase en el Curso de Ambientes de Aprendizaje apoyados con TIC, en el marco de la Especialización en Currículo y Pedagogía de la Universidad de los Andes, que la inmersión de la tecnología en los procesos educativos, han sido dados por la presión que el mercado de la industria tecnológica ha hecho en la adquisición de equipos y software educativo. Los proveedores han encontrado al sector educativo como un nicho de mercado muy atractivo y en constante crecimiento.
Este crecimiento en el mercado educativo, ha convertido la tecnología en productos y servicios derivados de  una moda que dura poco y que obliga a constantemente, adquirir los últimos adelantos para no quedarse rezagados. Esta misma moda creada comercialmente, implica inversiones constantes, con altos costos, en regiones donde el presupuesto para la educación, cada vez es menor. Así, versiones de hardware y software no son aprovechados en su capacidad instalada, cuando el mercado ofrece nuevas versiones más avanzadas y con nuevas aplicaciones entendiendo la meta tecnológica como un objetivo realmente inalcanzable.
De otro lado, no todos los sectores de la sociedad tienen el poder adquisitivo para inversión en tecnología. Por esta razón, su implementación en el sector educativo dependería del sector público para hacer más equitativo y con mayor cobertura. La realidad es que los Estados cada vez privatizan más las escuelas, colegios y universidades, dejando en manos de la empresa privada la mercantilización de la educación. Así, solo los sectores con capacidad de pago, acceden a las ventajas tecnológicas de una educación excluyente, aumentando la brecha entre sectores con buena calidad educativa inmersa en la tecnología y sectores de la población con baja calidad educativa con ausencia de conocimientos tecnológicos.
Hasta aquí he descrito una visión particularmente negativa de la implementación de la tecnología en la Educación. Pero es tan solo una visión parcializada. Por el contrario, otras visiones describen ventajas de la relación trabajada en el presente texto. Entre estas ventajas encuentro que la implementación de las Tics en la Educación supone una democratización en la información. Gracias a Internet, los docentes y estudiantes pueden acceder a un número ilimitados de obras encontradas en bases de datos especializadas. También la oferta de cursos on-line les ha dado la oportunidad a muchas personas que antes no podían estudiar de acceder a conocimientos específicos y técnicos.
Otra de las ventajas que tienen los docentes que involucran en sus prácticas pedagógicas el uso de Tics, es que a través de estas herramientas, el ambiente escolar puede volverse más estimulante (Brunner, 2000) ya que los jóvenes al estar involucrados con artefactos tecnológicos en su cotidiano vivir, al encontrar en las Instituciones Educativas las facilidades de aprendizaje que estos otorgan, participan activamente de las estrategias de enseñanza. De otro lado, una ventaja más representa la inclusión de la Institución Educativa en redes de comunicación. Muchos colegios y universidades integran conjuntamente redes educativas que promueven la investigación y la participación de sus estudiantes en ferias de conocimientos rompiendo las fronteras nacionales.
Finalmente, la peor decisión respecto a la implementación de las Tics en la educación es no hacerlo. La tarea consiste en tomar las mejores decisiones en cuanto a cómo la tecnología contribuye al cumplimiento de los objetivos educativos ya que muchos de estos objetivos se pueden lograr con su uso. No todos los problemas educativos (pasados y actuales) los podrá solucionar, por esta razón la tecnología no debe recibir el trato de panacea sino como una herramienta que ayude a optimizar tanto administrativa y operativamente los procesos educativos. Se debe ver como un elemento adicional que integra el sistema educativo que puede verse afectado por el mal funcionamiento de cualquiera de sus elementos, no solo por la tecnología.
Así, la implementación de las Tics exige que todos los actores educativos estén alfabetizados computacionalmente pero la realidad es distinta,  por lo tanto la primera tarea de la Institución educativa es lograr esta alfabetización.
Con esta y muchas más reflexiones, la tarea de analizar el impacto de la implementación de las Tics en la Educación seguirá siendo un océano profundo que conocer. Experiencias exitosas en otros países y en muchas instituciones educativas ha mostrado las ventajas de la tecnología en nuestro campo. De igual manera las necesidades de los países y de las instituciones son diferentes y cualquier iniciativa en términos tecnológicos debe ser revisada y evaluada a la luz de las necesidades educativas sin olvidar el marco contextual donde la institución desarrolla su servicio educativo.